Contrato

Descripción

En abril del 2021, cuando el país apenas cumplía un año de la emergencia sanitaria por la pandemia, el país entró en Paro Nacional, lo cual generó que muchas instituciones educativas y universidades se vieron obligadas a suspender (nuevamente) sus actividades. El Paro, al igual que la pandemia, mostró una vez más las desigualdades e injusticias sociales que vive la región del Pacífico colombiano, y de manera especial, la difícil situación de la juventud. En las calles se reclama por más y mejores oportunidades, casi todas relacionadas con el acceso a educación/formación y la generación de ingresos. Esto es apenas lógico y cobra cada vez más importancia y sentido de urgencia, si se tienen en cuenta los siguientes indicadores/cifras de esta región del país, en la cual con frecuencia se desafía la esperanza.

En municipios como Timbiquí (costa pacífica caucana) esta realidad es más desafiante y la desconexión pasa desde la baja cobertura de servicios básicos (50%) hasta un 90% de estudiantes que no tienen acceso a internet (MINTIC, 2019) y un 98% de personas que se gradúan de bachillerato y no logran acceder a educación superior de calidad. Para 2020, en Colombia uno de cada dos estudiantes de municipios rurales y rurales dispersos ya había interrumpido sus estudios y, si se pone el foco en las regiones como el litoral Pacífico, apenas uno de cada cinco jóvenes logra acceder a educación superior y una de cada tres personas en edad escolar, no hace parte del sistema educativo en la actualidad (MEN, 2020)

Por otro lado, el sector tecnológico y específicamente el área de desarrollo de software, se convierten en una oportunidad muy potente para contribuir al cierre de brechas y a la generación de capacidades en la juventud periférica, de manera que puedan agregar valor a sus comunidades y participar en sectores económicos de rápido crecimiento y proyección. Según datos de FEDESOFT en Colombia existe un déficit de 68.000 desarrolladores ijnb tecnológicos y según estudios recientes de McKinsey & Company se estima que para 2025 se necesitarán más de 112.000 desarrolladores en el país. Cada vez más las grandes empresas tecnológicas y en general, los sectores productivos, van a necesitar colaboradores/as que puedan ofrecer y desarrollar soluciones tecnológicas apropiadas y eficientes, por lo que hay una clara tendencia a formar y calificar el talento con base en sus capacidades y no necesariamente por títulos profesionales y/o universitarios. Además, como se mencionó anteriormente, durante el Paro Nacional, una de las peticiones más importantes de los jóvenes es el acceso a educación/formación y las oportunidades para la generación de ingresos.